domingo, 15 de diciembre de 2013

México y su petróleo

El pasado 12 de diciembre, el Congreso de la Unión de los Estados Unidos Mexicanos (México) aprobó la reforma energética. Un hecho que muchos consideran sin precedentes pero la lucha por el control del petróleo y de los recursos energéticos en general se remonta a la primera parte del Siglo XX cuando la industria tanto petrolera como energética estaba controlada por extranjeros. Ambos recursos fueron tomados por la fuerza de la ley, uno en 1938 cuando el gobierno de Lázaro Cárdenas a través de la Ley de Expropiación aplicada a las compañías petroleras (extranjeras) se apropia del petroleo con el fin que el dueño del recurso sea la nación mexicana; el segundo ocurre en 1960, cuando el gobierno del presidente Adolfo López Mateos nacionaliza la industria eléctrica. Ahora, la ley se aplica para perder lo ganado, una reforma energética que atenta contra la soberanía nacional que no es más que perder la autoridad que se ejerce sobre lo que al pueblo mexicano le pertenece, que cambia con las modificaciones al Artículo 27 Constitucional entre otros artículos más. Esto pone en desventaja estratégica a México.

El modelo económico actual se caracteriza por ser globalizador, extender el dominio de empresas dirigidas por algunas pocas personas es lo que la distingue. Los gobiernos mexicanos han buscado por muchas formas incorporar a México este modelo económico primero en su fase liberal desde la época de Benito Juárez, a excepción del periodo entre 1910 y 1940 que experimenta un momento socialista de importancia pero queda reducido a casi nada y con el tiempo, el mexicano la suprimirá de su memoria que alguna vez hubo una Revolución Mexicana. Al terminar este periodo, México lo retoma en 1940 y abraza su siguiente fase, el neoliberalismo, a partir de los años de 1980; por desgracia el camino que han tomado los diversos gobiernos en turno respecto a este modelo ha sido erróneo, jugar al capitalista con un perfil maquilador y un modelo educativo que mantiene este estatus es una desventaja que coloca al país como sitio de saqueo como lo ha sido desde la llegada de los europeos al entonces Nuevo Mundo.

Si México pretende emular el sistema económico capitalista debería considerar dos aspectos importantes: conservar el control de los recursos energéticos (consecuencias de la expropiación petrolera y la nacionalización de la industria eléctrica) y, el desarrollo de una tecnología propia una de las razones por la que el presidente Lázaro Cárdenas, el mismo que expropió el petróleo, fundó el Instituto Politécnico Nacional y que lo distingue por el lema: "La Técnica al Servicio de la Patria". La postura de los promotores de la inversión extranjera frente a estos dos aspectos, siempre se ha escuchado y que en general se reduce a frases políticas vacías como la que ofreció el presidente de México (Enrique Peña Nieto), después de la aprobación de la iniciativa de reforma energética. Este vacío siempre deriva de una falta de transparencia de las decisiones gubernamentales de cualquier sistema político que también requiere una reforma y no sólo un maquillaje que simule una transformación de las condiciones de un país en beneficio de sus habitantes.

Ahora bien, ¿creen que las empresas petroleras de países desarrollados están en manos de inversores extranjeros? Responder a esta pregunta no es difícil, es un NO rotundo porque es una ventaja estratégica. Al contrario, buscan por diversas formas controlar el recurso energético para su beneficio en otros países, a través de alianzas que es la forma como trabaja la globalización que se promueven a través de aspectos legales (como la reforma energética de la que se habla), en la cual hay inversores extranjeros con una mínima participación en la empresa globalizadora pero con una amplia cobertura e influencia (como la tienen algunos políticos mexicanos relacionados con el petróleo), en sus países de origen para introducirse en los mercados, en este caso el energético y comenzar a abrir los canales para la apropiación de los recursos en su beneficio o bien, por la vía de la fuerza como en el caso de las Guerras del Golfo Pérsico para que después de la reconstrucción derivada del conflicto bélico se favorezca un ambiente legal y social óptimo para sus intereses.

La intención de los políticos mexicanos es clara como la apatía de la mayoría del pueblo de México. Entre la mediática información enviada por medios de comunicación que la inversión extranjera es la que nos sacará de apuros, el poco análisis que se realiza de esta contrastada con otras fuentes, una mala memoria histórica, los distractores como el fútbol, fiestas patronales, entre otros, una reforma como la energética, la política, la de educación están construyendo los caminos para convertirnos en dependientes de otros países, después... nos rasgaremos las vestiduras.

sábado, 20 de julio de 2013

De anteojeras y cenizas

Hace poco en una publicación en FB salió una palabra, de esas que uno conoce el objeto al que hace referencia pero nunca cómo se llama, me refiero a las anteojeras, winkers o blinders en inglés y que son las que colocan en los caballos para que sólo vean hacia el frente. No pude evitar relacionar este peculiar objeto cuando se utiliza como analogía en las relaciones de pareja.

A muchos les ha pasado y no dudo que conozcan a dos o más en esta situación; si no es así, me presento, yo lo viví. Sí, así es; hace muchos años me puse unos winkers, no veía más allá a pesar que mi sabia Madre me decía una y otra vez hasta que llegó el momento en que ya no dijo nada. Esta visión limitada no nos permite saber cuánto daño provocamos a nuestros seres queridos y el coraje que les producimos a otros tanto que prometen no cometer la misma equivocación pero al cabo del tiempo caen siguiendo aquella sabia frase popular que el pez por su propia boca muere.

Después de tantos años me toca vivir el otro lado del protagonismo y ahora entiendo el sufrimiento que produje a las personas cercanas a mí, a mi familia, principalmente a mi Madre que con su silencio después de sus advertencias esperaba una reacción. Afortunadamente así fue, una noche en que cayó ceniza del Popocatépetl, los winkers se me cayeron de regreso a casa; me sentía usado, como una escoba que cuando se necesita se busca y se hace uso de ella, en todos sentidos: moral, intelectual y económico. Ese día perdí muchísimas cosas (auto, seguros, trabajo, años de estudio, ahorros, inversiones, la lista es larga), pero recuperé mi dignidad.

En el presente mientras redacto estas palabras, tengo un nudo en mi garganta, lágrimas en mis ojos y diez dedos en mi cabeza porque el mismo sufrimiento que provoqué ahora lo observo muy cerca de mi volviéndome a mi propia miseria en aquellos tiempos...

Ya no puedo seguir escribiendo...

Original publicado en la biografía de José Daniel Guerrero Gálvez en Facebook el 6 de julio de 2013.

martes, 28 de mayo de 2013

Reflexiones sobre la verdad

Entre los siglos XIX y XX, Campoamor en su poema "Las dos linternas" dice aquella frase célebre "... nada hay verdad ni mentira: todo es según el color del cristal con que se mira" (Campoamor: 2000, 1905). En el poema relata como dos hombres poseedores de dos linternas observan con ellas diferentes aspectos de la vida y sirve para ejemplificar lo que es la verdad o verdades y de qué dependen.

Definir a la verdad es uno de los primeros pasos, el Diccionario de la Real Academia Española (DRAE) posee siete acepciones de este concepto, como realidad, conceptos formados en la mente, la correlación entre lo que se dice y se piensa, como juicio o proposición, como cualidad o expresión. Todas estas definiciones separadas no muestran más una parte del significado de verdad y que sólo en su conjunto es como se da valor a su significación. La verdad se resume en dos partes importantes en lo que es y en su producción lo cual se encuentra relacionado con la epistemología y la ontología, como se llega a la verdad y lo que es. Para empezar, la verdad no es una sino muchas, son verdades que derivan en la forma como los conceptos se construyen en nuestra mente y que a su vez estas construcciones están determinadas por el contexto; es decir, las perspectivas con que se estudian las cosas limitadas por el mismo conocimiento adquirido a través del lenguaje desarrollado por una sociedad y una cultura en específico.

¿Cuál es el problema? El problema está en la afirmación ("nada es verdad ni mentira"), es necesario transformarla en un pregunta: ¿cuándo es verdad, cuándo es mentira? En la actualidad -en el pasado también-, la construcción del conocimiento ha tenido perspectivas diferentes y en algunas ocasiones falacias que con el tiempo se corrigen a través de la generación del conocimiento derivado de la investigación pero la diferencia entre pasado y presente es la cantidad de información que tiene disponible una persona. La tecnología informática y computacional permiten que la información esté disponible de forma inmediata lo que no ocurría en los siglos pasados, la naturaleza múltiple de la verdad se amplifica por esta situación pero no sólo eso sino también sus contextos, el lenguaje, la sociedad y la cultura de donde depende.

¿Cómo reconocer cuándo es verdad o mentira en el alud de información que en la actualidad una persona puede tener acceso? La respuesta: comparando esas verdades cuando se dan en un mismo lenguaje y cuando no, "... aceptar [las verdades] como distintas perspectivas del mismo fenómeno" (Gershenson, 2013). Esta consideración del lenguaje que bien se construye social y culturalmente tiene una limitante, el lenguaje se desarrolla en variedades lingüísticas sociales y geográficas reconocibles por lo menos como dialectos, cronolectos y sociolectos. En el caso de la primera se puede ejemplificar por la variedad de tipos de español que se hablan en América y Europa, que las Academias de la Lengua Española buscan estandarizar para crear un lenguaje común que permita comunicar libremente las ideas sin caer en ambigüedades de ahí la importancia de cultivar el lenguaje, más si es el propio.

Cuando las verdades no comparten un mismo lenguaje inclusive en los lenguajes formales como es la Matemática necesitan de una comprensión lectora para poder utilizarlos en la solución de problemas de manera general y de forma más extendida en la búsqueda de verdades, requieren del uso de un lenguaje natural. Es en esta circunstancia donde las verdades se aceptan como distintas perspectivas pues el lenguaje depende de la sociedad y la cultura; por deducción podemos determinar que sociedades con distinto idioma tendrían en sí un desarrollo de lenguaje diferente y por consiguiente determinaría el grado de objetividad y subjetividad de las verdades. Desde una perspectiva de aplicación, las verdades sólo se encuentran considerando las interrelación del lenguaje, la sociedad, la cultura y el contexto; por ello, el cultivo y conocimiento de nuestro lenguaje, de la sociedad en que vivimos, en la cultura donde nos desarrollamos y los diferentes contextos en que estamos inmersos pero principalmente en el conocimiento de otras culturas en una relación de interculturalidad será la forma de saber cuándo algo es verdad y cuándo es falso
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Campoamor, R. (2000). Doloras y humoradas. Alicante: Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes. Original de 1905. Disponible en http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/doloras-y-humoradas--0/html/
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Ollin Tlatoa por José Daniel Guerrero Gálvez se distribuye bajo una Licencia Creative Commons Atribución-CompartirIgual 4.0 Internacional.
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