miércoles, 24 de noviembre de 2004

Como quiso verla...

Su mano temblorosa apenas sostenía la lámpara que apenas alumbraba debilmente el pasillo. Su respiración agitada parecía un resoplido ansioso, desmedido, intolerable. Sabía que pronto la encontraría, era inevitable aún sabiendo del encuentro, el miedo lo invadía. Sus piernas entumidas por el frío de aquel lugar y su mano nerviosa hacia danzar la luz de la lámpara por cada rincón del pasillo haciendo de él una imagen grotesca, dalilesca.


Una corriente de aire lo sorprende estremeciendo su cuerpo lánguido traicionando sus sentidos con sonidos imaginarios y oscuras sombras que le reclaman el precio de su existencia. Se detiene al sentir como la sangre helada recorre su espalda, voltea lentamente mientras la luz de la lámpara recorre una túnica negra, raída dejando ver un rostro descarnado mostrando esos dientes de irónica sonrisa. Sus ojos se abrieron al verla, la lámpara resbaló de su mano y mientras caía se oyó el zumbido de metal que corta el aire al blandirse. Por fin, él pudo ver a la Muerte como quiso verla...

miércoles, 16 de junio de 2004

Movimiento de cuerpos

Movimiento de cuerpos
que se posicionan al llegar.
Movimiento libre,
espiritual sin tiempo, ni lugar.

Espiritual y terrenal
existe movimiento,
sin armonía de cuerpos y mentes
Ojos que observan,
pensamiento que emerge.
Pensamiento que proyecta,
manos que tocan.
Uno sin el otro,
existen y separados mantenemos
Buscan en tierra y cielo.

Buscan y no hayan
el tesoro que se encuentra en ellos.
Se encuentran, se miran, se tocan
y no se dan cuenta de lo que pueden dar.

Qué movimiento tan superfluo, vano y amargo
que lleva al olvido entre desconocidos.
Masas inertes en movimiento
que cruzan el límite de la monotonía.

Duele verlos moverse,
amontándose en sus escondrijos,
desplazando sus miedos con quimeras,
matando sus pensamientos,
viviendo en sus cuerpos.

Bajo sus pequeños refugios
se esconden por la noche,
sus grilletes los mantienen relucientes
orgullosos e hinchados de poseerlos,
protegidos por su conformación, viven.

Saben como moverse
y su dirección, equivocan.
Seducen su ojos brillantes,
abandonados en la tersura de sus manos,
en el deleite, su lengua se humedece,
con falsas fragancias, se embriagan.
Licencia Creative Commons
Ollin Tlatoa por José Daniel Guerrero Gálvez se distribuye bajo una Licencia Creative Commons Atribución-CompartirIgual 4.0 Internacional.
Basada en una obra en http://ollintlatoa.blogspot.com.
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