lunes, 24 de marzo de 2003

Un viejo amigo.

Han notado alguna vez que la gente camina tan aprisa que no se da cuenta de lo que hay alrededor suyo. Ayer noté eso cuando después de salir de curso me encaminé hacia el trabajo de un amigo que no había visto desde hace tiempo, caía una pequeña llovizna aislada de las que hay en la Ciudad de México durante los meses de febrero y marzo. El Sol radiante se encaminaba a ocultarse en el horizonte y regalaba sus mejores rayos al día que terminaba; era una tarde sitiada por dragones. Caminé varias calles con el Sol frente a mí, admiraba su belleza y la lluvia que caía sobre mi gabardina, la disfrutaba. Crucé una de las calles y doble la esquina cuando de pronto veo y reconozco a un viejo amigo que todos los años se aparece por estas fechas, con sus colores dibujaba un pequeño arco, un arco iris se formaba con los rayos del Sol y la lluvia. Parado en la esquina y me recargué en una jardinera para admirarlo.


En una Ciudad como la de México nadie se detiene a ver esto, de un lado para otro con rostros de preocupación, mujeres con lágrimas en los ojos por el abandono de un amor, introperios de la gente maldiciendo la lluvia, discusiones en la calle, todos muy ocupados para detenerse a ver un espectáculo que no puede uno perderse.


Así transcurrieron los últimos momentos en que los rayos solares pegaban sobre esta Tierra Mexicana. Era muy egoísta de mi parte pensar que yo era el único que estaba ahí parado observando el cielo la formación de un arco iris, cuando de pronto veo a unos escasos metros a una joven que miraba en la misma dirección que yo, se había quedado parada al igual que yo admirando ese camino de colores, no pensé en nada seguí observando y sintiendo hasta que desapareció el arco iris con la última luz del día. Ella reanudó su camino a la derecha y yo, el mío a la izquierda. Durante mi caminata pensé que por lo menos no era el único que se detenía a ver un arco iris, ya eramos dos desconocidos que sin la prisa de esta vida moderna se detuvieron a observar, a sentir y a pensar. Ya no pasé a donde tenía que ir pero regresé a casa soñando despierto y recordando...

Sobre la guerra.

"Entre las naciones como entre los individuos, el derecho al respeto ajeno es la paz"
Don Benito Juárez. Benemérito de las Américas (1868-1872)

El día 20 de marzo de 2003 llegué a casa del trabajo, mi esposa ya se encontraba ahí y conversamos un poco sobre cómo estuvó el día para cada uno de nosotros pero desde la mañana sólo pensaba en un hecho: el comienzo de una guerra sin sentido. Terminamos de conversar encendimos el televisor esperando el acontecimiento, sabiendo de antemano que serían malas noticias -no se llamarían noticias si no fueran malas, en caso contrario se llamarían Buenas Nuevas-, así encontramos una amplia cobertura ya desde temprano sobre el acontecimiento de Irak y lo que temíamos ya había llegado, el mensaje de Bush anunciaba lo que por semanas hemos estado en contra a través de diversos medios a nuestro alcance: el comienzo del ataque a Irak. El mensaje del Presidente Vicente Fox fue alentador, México como miembro del Consejo de Seguridad daba su voto en contra de la guerra. Fue un descanso pues recordé hace algunos años cuando se desató la Guerra del Golfo Pérsico, mi familia reunida frente al televisor, con el corazón oprimido esperando que el Presidente de México -en aquel entonces Carlos Salinas de Gortari-, dirigiera el mensaje a la nación anunciando la posición de México ante este conflicto; en aquellos años yo era el único de la familia con la edad militar, afortunadamente nuestra posición fue "neutral".

Ahora en este nuevo enfrentamiento en que la "razón" la poseen los necios y al ver las terribles imágenes de este atentado contra la humanidad me hizo recordar un fragmento de la Divina Comedia de Dante.

Inferno

Nel mezzo del cammin di nostra vita
mi ritrovai per una selva oscura
che la diritta via era smarrita.

Cuán dura es la guerra a pesar de que no la estamos viviendo en carne propia, pero lo que si estamos viviendo son las consecuencias de este conflicto en nuestros hogares.

Al día siguiente (21 de marzo de 2003) fui a dejar a mi Esposa a su trabajo e hice una visita a la casa de mi madre. Ahí me enteré que los bombardeos se intensificaron grandemente en una prueba, según los Estados Unidos para mostrar el poderío de su armamento. Las imágenes impactantes nos mostraban cuán terrible es un conflicto armado pero en realidad no sólo es ahí donde hay sufrimiento, si no en el mismo hogar pues de pronto noté a mi familia, mi madre y mis hermanos absortos viendo esas imágenes con un rostro descompuesto. Mi madre con las manos juntas pegadas al pecho, mi hermana Brenda escapándose a su habitación argumentando el ocuparse de otras cosas, aunque su rostro decía cuanto le preocupa; mi otro hermano, Israel, escapó a través de la indiferencia y por último mi hermano Víctor que de un salto, enojado sólo dijo "La Guerra es una mierda" y desapareció de la sala; al poco tiempo recibí una llamada de mi Esposa con su voz quebrada, a punto de llorar diciéndome que si ya había visto las noticias le contesté que si y durante nuestra conversación teléfonica trate de calmarla tardándome algunos minutos en ello.

El conflicto no esta en Irak, esta en cada uno de los hogares del mundo, Bush con su estupida guerra esta lastimando no sólo a mi familia sino a cada uno de los ciudadanos del mundo sólo para alimentar su propia atribución de "omnipresencia", "omnipotencia", no retiro de su responsabilidad a Hussein pues a cada uno le corresponde su parte de esta guerra pues para que exista diálogo se requieren de dos y esos no existen. Ahora me pregunto que parte del NO A LA GUERRA, no han entendido ambos.

En la Ciudad de México se respira preocupación y el ambiente es tenso o posiblemente es porque así también me siento yo, como eso de las 16:00 hrs se realizaba una nueva marcha por la Av. Insurgentes para después tomar Paseo de la Reforma con el fin de protestar frente a la Embajada de los Estados Unidos un nuevamente ¡¡¡NO A LA GUERRA!!!

Para terminar, estoy escribiendo esto el día 22 de Marzo de 2003 y ayer 21 de marzo, día de asueto en México, no por el día de la primavera sino por que es la conmemoración del Benemérito de las Américas, Don Benito Juárez, campesino natural de Oaxaca el cual fue Presidente de México en el Siglo XIX, el cual cité al comienzo de estas palabras y que textualmente dice: "Entre las naciones como entre los individuos, el respeto al derecho ajeno es la paz".

Por lo tanto, sigamos manifestándonos en contra de la guerra con todos los medios permisibles que poseamos haciendo valer nuestro derecho bajo el respeto que cada uno merece.
Licencia Creative Commons
Ollin Tlatoa por José Daniel Guerrero Gálvez se distribuye bajo una Licencia Creative Commons Atribución-CompartirIgual 4.0 Internacional.
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